Tus ojos de tan negros duelen,
me quemas con tu mirada abierta,
expectante azote de placer.
Ante la complacencia de mi deseo
verificas tu círculo vicioso,
lo confirmas, estallas de ego.
Tras el primer intervalo
me ubicas en tu misma dirección
y me rebasas con tus andares
para mostrarte y prestarte
al juego hedonista de tu cuerpo:
ojos negros, cabello bruno,
chaqueta y pantalón negros,
lencería negra, labiosrojos,
pensamiento de vivos colores.
3 comments:
El negro siempre tan asociado a los deseos más inconfesables...
A nosotros nos encanta el negro, queda muy bien en el agua...
Besos desde allí.
Excelente !!!
Tremendamente sensual. Casi puedo tocar el saten, sentirlo, desearlo, querer desgarrarlo con los dientes.
Un abrazo
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