Wednesday, December 23, 2009

El saxofonista del sexo

El saxofonista del sexo

A lo largo de mi vida siempre he tendido a identificar el saxofón -"el saxo"- con la mujer. No una mujer concreta, si no múltiples, como diversas las músicas que emanan de su interior metálico.


Pero, durante años no siempre fue así. De joven, el nexo de unión entre uno y otra, eran las curvas, las del instrumento y las de la mujer, esa mujer que idealizaba en cada línea imaginaria. Incluso en ésta época, la similitud de las palabras sexo y saxo turbaban mi carnalidad juvenil, me dedicaba a componer poemas cargados de erotismo, a dibujar saxofones de curvas vertiginosas que se plegaban al cuerpo de mujeres, piernas femeninas que semejaban saxos coronados por boquillas que parecían zapatos de tacones negros. Toda aquella persistencia en mi imaginario como no podía ser de otra manera, me abocó a aprender a manejar aquello que tanta satisfacción y placer me provocaba.

Pronto descubrí que era un instrumento fácil de aprender, como insistentemente me recordaba mi profesor; y, a fuerza de más empeño que talento conseguí dominarlo. Cosa bien distinta eran las mujeres, me explico: parecían en general, salvo honrosas excepciones, más interesadas en aquellos tipos que tenían coche que en un muchacho que intentaba impresionarlas tocando unas piezas de jazz.

Pero con el devenir de los años y sin dejar de lado mi pasión juvenil, me afané en conocer a las mujeres: hembras, féminas, damas, señoras, señoritas, doncellas, jóvenes, muchachas, mozas, esposas, señoras, compañeras, consortes y hasta las sirenas de los cuentos.

Ahora, a mis cuarenta primaveras, y ésta vez con más talento que empeño, éste saxofonista del sexo que les habla, ha descubierto que la mujer no se parece al saxo, si no a la música que emana de él, y no sólo eso, si no que hay una canción para cada mujer.

Ayer, y como quiera que no hay nada más vacío que un colchón repleto de carne hambrienta, ella, me pidió que tocara Arabesque de Claude Debussy para dar viento a su deseo, y entre corcheas y silencios alentar la magia del amor que se avecinaba.

Ricardo

Thursday, October 19, 2006

Negro satén


Tus ojos de tan negros duelen,
me quemas con tu mirada abierta,
expectante azote de placer.
Ante la complacencia de mi deseo
verificas tu círculo vicioso,
lo confirmas, estallas de ego.
Tras el primer intervalo
me ubicas en tu misma dirección
y me rebasas con tus andares
para mostrarte y prestarte
al juego hedonista de tu cuerpo:
ojos negros, cabello bruno,
chaqueta y pantalón negros,
lencería negra, labiosrojos,
pensamiento de vivos colores.

Friday, October 06, 2006

El beso

En el ritual sexual el ingrediente báscio es el beso; el opúsculo que anticipa la batalla/pasión y el que se remite con la clausura de los cuerpos exhaustos.
Un cálido beso, si puedes encontrarlo..

Wednesday, October 04, 2006

Un cálido beso, si puedes encontrarlo

Desde anoche estoy solo, mi compañera lleva dos días sin aparecer. Aprovecho para escribirte a ti que me lees porque pronto habrá luna. La luna siempre me ha sido propicia....
Entre los restos que dejó al abandonarme no he encontrado nada destacable, se llevó prácticamente todo, excepto mis libros, y me dejó una sola palabra: ¡canalla!

Friday, March 10, 2006

Sentido y placer

Un inciso para la fantasía, para el refinado placer de aquellos sentidos abiertos a la vida. Disfruten de estos dos blogs: http://cositasmiasydemas.blogspot.com/ , http://eldiariodejustine.blogspot.com , no os arrepentiréis amig@s.

Tuesday, January 31, 2006

RELATO: "La metáfora del sexo"

Amalia resulta ambigua, de una carnalidad extrema puede pasar al témpano más irascible. Me sofoca, pero necesito volver a ella cada cierto tiempo, a su antojo, recorrer sus infiernos. Cada vez me cita en un hotel distinto, aún no conozco dos noches semejantes. Tan pronto es una princesa, como una madame, o juega a prostituta de lujo. La última vez, hace ya más de un mes, quiso recrearse de novia en su noche de bodas, novia virgen –qué ironía. Yo, en cambio, soy el bohemio libertino de siempre, pero ella, ella juega cada vez su papel con la maestría del mejor alumno del Actor´s Studio. Después de cada encuentro, enfriada la carne y satisfechos los sentidos, reflexiono y no dejo de pensar en como Amalia me utiliza, me siento en el fondo títere, complacido y eufórico, pero en el fondo una marioneta. Por eso, la última vez, en el Hotel Silben, impoluta frente a mi, con su cara lencería marfil y sus níveos senos amamantando mi sed de ella, acepté el envite, y con arrojo, sin peaje, le dije: -La próxima vez será en tu casa, tu cama aún está inédita. Quiero copular contigo como lo que eres, directora para Europa de Sontac Corporation, y no, como lo que no eres. Me miró con un travieso desdén, y mientras echaba mano a mi entrepierna me espetó: -Ahora bésame, pequeño Dumas.

Mujer, amante

Hay días duros como piedras, ayer fue uno de ellos. Me encontré en el brete de elegir entre mi mujer y mi amante. Como dice Sabina en su canción: “..Aunque tu eres la primera, un rato cada día te engañaría con cualquiera”. Mi amiga Elena, la psiquiatra, se encarga cada día de recordarme que ningún hombre debería olvidar que hace algunos años su mujer también fue un lirio blanco. Difícil elección, Amalia es la seda violada, mi mujer el equilibrio necesario, la paz. Hace frío en Madrid, nieva....

Sunday, January 29, 2006

El recuerdo de su perfume

Al poco de conocer a Zoraida me sentenció: no podrás entrar en ninguna otra mujer sin hacerlo conmigo a un tiempo. Y a fuerza que así fue, al menos durante seis meses, hasta que conocí a Amalia y su diabólica perversión.
Desde que ví a Rosario Dawson, Roxana en la película de Alejandro Magno, me ha vuelto a traer su recuerdo.
Zoraida era, es, como el alcanforero, hecha de la madera más cara del Líbano y del perfume más embriagador.

Mujeres, muxeres

Decía Alejandra Pizarnik: una mujer tiene que ser hermosa, aunque escriba como Tolstoi, Joyce y Homero juntos. ¿Es más exigente la sociedad con las féminas?, pero, acaso no lo son ellas consigo mismo. En cualquier caso, deberíamos aprender, ya lo creo. No tengo dudas, la fluidez de mi comunicación con las mujeres se debe a mi acentuado lado femenino, sueño que las entiendo...Sin ir más lejos, recién hize el amor con un fantasma, llamado Annette:

Annette, comerciante de sueños, etéreo gozo..
Cuando la noche nace perfumada
evoco los vaivenes de tu música,
interludio de cascabeles
que resuenan en mi memoria erótica.
Y siento el refugio de tu cuerpo,
a veces ninfa, otras mariposa,
como un artilugio de la razón fingida,
premio a la creación en manos del deseo.

Siempre he creído que hay amores necesarios, a los que uno siempre regresa y amores contingentes, fuente de la locura y la ensoñación. Pero......son tantas las veces que la locura me aborda. Mi sexo gime con demasiada frecuencia.